Hacía mucho tiempo que no me encontraba cara a cara con un inodoro Pescadas original. El mío, el de ahora, no tiene marca. De chico me gustaba sentarme a hacer caca, pero no hacer. Apoyar las manos en los costados del inodoro, endurecer los codos, levantarme, agachar la cabeza y llegar a mirar entre las piernas la marca de mi inodoro. Hoy no puedo hacerlo. Ya no soy tan flexible y mi inodoro no tiene marca.
es el tiempo que se justifica constantemente con lo nuevo y se nutre de la velocidad absurda de lo que no existe, justamente para existir: el presente. pero a veces algo lo detiene. y los inodoros surgen y nosotros somos los que eramos. y eramos nosotros y la marca de un inodoro. g.de j.
M!
2 comentarios:
Hacía mucho tiempo que no me encontraba cara a cara con un inodoro Pescadas original. El mío, el de ahora, no tiene marca. De chico me gustaba sentarme a hacer caca, pero no hacer. Apoyar las manos en los costados del inodoro, endurecer los codos, levantarme, agachar la cabeza y llegar a mirar entre las piernas la marca de mi inodoro. Hoy no puedo hacerlo. Ya no soy tan flexible y mi inodoro no tiene marca.
es el tiempo que se justifica constantemente con lo nuevo y se nutre de la velocidad absurda de lo que no existe, justamente para existir: el presente.
pero a veces algo lo detiene. y los inodoros surgen y nosotros somos los que eramos. y eramos nosotros y la marca de un inodoro.
g.de j.
genaro de jesús.
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