jueves, 31 de enero de 2008

Adios

Ya no tengo nada que decir. Ya exprimí cada segundo, el pasado ya no tiene jugo, el presente es un tanto difuso y el futuro..-bueno, el futuro es el futuro-.

El tiempo estuvo suspendido durante meses, colgado del brillo de unos ojos que nunca debi haber visto y algunas palabras sueltas que mi mente fue seleccionando para no decepcionar a el antitético corazón. Un pacto bien implícito entre ambos para sacar a flote el barco que hoy se hundió. Tijeras que fueron cortando un corazón de papel con un pulso adiestrado a tu nombre: con el color de tus ojos, con lo excitante de tus piernas, con lo exuberante de tus carcajadas, con lo espontáneo de tus inocencias.

Y hoy lo tiro a la basura sin animarme romperlo.



eLOoO!

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