sábado, 5 de julio de 2008

Yo solo tengo esta pobre antena


Madrid con verano porteño. Argentinhazgo. Hallazgo y conexión. Se proyecta por primera vez en España “La antena”, de Esteban Sapir. Un homenaje al cine mudo, una pequeña historia sobre la ontología de la comunicación, la propaganda fascista y la imagen.

Y yo solo tengo esta pobre antena. La palabra o bestia; que muda y canta:

Errancia.

Erración.

Yo, sin/ Separado: voz.

Y vos.

O(h) lengua amuchada en bocas que te dan para tenerte, así, cuando acurrucadaunodenosotros en butacas o alma, o duna, o espanto, parlando bajito, paroles, palos, silencio a la altura del riñón, o la costilla de que somos dueños, subsidiarios, periódicos vasallos, perros, entrecerrando los ojos, dormilentos, viendo, soñamos.

Una ciudad aquí, adentro. Una o silenciosacalma:

Eya salieno de un cine, beya. Yo, rando a moco tendido, al otro lado del mundo y el coito, con la edad de la ignorancia en los talones y la palabra acuchiyada en los rincones, saboreando de antemano mi derrota, el final proyectado por mi mente barroca, o invertida.

Osadía,

de mear en los baldíos, de charlar con los gusanos y leer los paredones: “sueño con el dedo de dios y sangra” (en un muro) destellos de campeones de eurocopa, canciones de congresos de la lengua, de ferias del libro e inmigrantes cosa seria; series, cosas.

Ah, rebato de la lengua, que me das en los sabores con ternura, maricones, putos, cabrones, soñaron un mapita de señores y estrategas ; consiguieron esta peste de espejitos y ladrones, de indios con i griega y ríos de salmones al revés de las mareas, las corrientes, calaveras. Piratas de puerto gangoso, oloroso puerto remoto. Viya imperial de los destierros, “de broncas y entreveros, de todos mis amores”…

Chu bi continiu. Sigo.

Coger. El metro. Medir los tramos. Cortos y largos. De tiempo y espacio. In-versos, cantados. Llo-yendo tras algo que tanto pierdo: bloomesdayes, Dublines-tragos. Baretos, museos, jamones-tancos, anclados como barcos al muelle, o sueño, o letargo…

Despierto, he llegado.

¿Alucine?

Pago. Me acurruco, a-siento, escarbo. Me hago ceniza o fango. Me salgo del puesto número cuatro, y viajo. Ciudades-pirales, nevando. Acecho la sombra o vecino de al lado. Su crimen impune. Silencio comprado. Mi brote fugaz de tolerancia y bardo: búsquese bardo en algún diccionario.

Vuélvase a poco, a menos, a nado. Contemple la orilla o bode dramático del soldado razo, humano. Vuélvase lenta, mente, soñando. Abra los ojos, la boca y el yanto. Yore a lo Girondo. Yore vidrios, animales y coágulos. Yore como si estuviéramos ganando. Y luego siga yorando, como siguiéramos ganando. Vamo lo pibeeeeeeee. Grite. Aúlle. Festeje. Que todo fue un sueño, o cine. Ni tango. Un sueño perfecto, lúbrico, precioso. Foto y silencio montados. Una pequeña fábula del mundo de antaño. Ajena oscuridad o pozo o salto.

O usted mismo, pero mudo.

Gritando.

Me alejo. Disperso lo dado y quedo. Como el universo. O “caos. Calmo”. Presiento la noche venirse. La luz indecente de Bravo Muriyo. La tierra bajo el asfalto. Y el viento. Sonidos que crujjjjjjen:

¿ ventana?

¿ o árbol?

Me ciego de oídos. Y vuelvo.

No tardo.

Ulysses

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial.