Sumo en Olavarría

Corría el año 81, y los artistas olavarrienses planeaban hacer una movida sin precedentes, jornada de tres días en el que artistas varios locales de aqui allá y en todas partes se reunieran a principios de diembre en el gimnasio de racing. para ello la grilla hablaba de gente de acá, azul, buenos aires y la zona: artistas plásticos, poetas, músicos, actores, obras y demás cosas. Faltando poco para concretarse, cuenta la historia, la gente de buenos aires a partir de un rumor malicioso se bajó del tren. Por lo que el Chule Mugueta, azuleño y residente porteño que frecuentaba el under de aquellos años, subió en un micro con destino Olavarría a los Sumo, que recien empezaban, aunque en segunda formacion, como se ve en la foto, Alerta roja y alguna gente más. A pesar del boicot la actividad se hizo, el ignoto italiano que en la foto se ve tocó para los presentes, poco más de sesenta personas, en una noche que quedaría en la memoria de los presentes, y no tanto, de la ciudad que años después negaría a los redondos, abrazara a los piojos y le diera la posibilidad de tocar en la provincia de buenos aires a dos años y medio de cromagñon cuando la sarten casi perdía el mango por el ardor de la trágica noche a los polemicos y un tanto maleducados Callejeros. En fin, las fotos son de Jorge Arabito, jóven de esos días que en un activismo periodístico y de gestor cultural atravezó todos estos tiempos haciendo, como hoy que se actualiza con este y otros aportes. agradecemos la foto, y recordamos viejos tiempos, no tan distintos a estos de sabados nucleares y demas actividades, en donde la juventud olavarriense se conectaba con otras movidas y movía cielo y asfalto para gritarle a un contexto no tan favorable.

pd: hasta donde se sabe este es el unico registro fotografico de las jornadas. Una cinta de sumo tocando anda dando vueltas, y por lo que sumponemos verá la luz pronto. esperamos. Esta es la primera vez que se publican estas fotos.
pd 2: moraleja: cuando se quieren hacer las cosas se hacen, la importancía la da el tiempo, eso si, para que la sienta el que la necesita.

ph: Jorge Arabito