lunes, 5 de mayo de 2008

un miércoles y la máquina mandálica...


La fantabulosa idea de hacer realidad un sueño y que este se concrete no es más que la manifestación del mismo (sueño, claro). A pesar de tener en cuentas las implicancias y alcances de un sueño como proyecto a realizarse, en este breve y humilde espacio, damos la posibilidad que la manifestación aproxime realidades crudas a los alrededores acolchonados de los sueños y así en la enunciación del mismo, ud; usted; sí, usted, eh! lector, preste atención!! La idea es que lo que usted sueña salga de la oniricidad característica para confrontarlo con la cruda y aplastante realidad en donde no hay sueño que aguante. Sí, sabemos que no es prudente hacerlo, mucho menos decirlo, como usted piensa, pero acá solo distraemos su atención mientras nuestros, o mejor, suyos, digo, sus asistentes hacen realidad su sueño. Bien, atención: ¿está usted dispuesto?, ¿está usted verdaderamente preparado? ¿preparado y dispuesto para que lo que de noche lo mantiene fuera del dolor cotidiano pase a formar parte con todo aquello que lo acongoja? ¿está seguro? ¿seguro, seguro?? segundos afuera: concéntrese bien, bien-bien; trate de traer a la mente su sueño más deseado, suéñelo, sueñe, sueñe con lo que sueña, suéñelo hasta transmitirlo a nuestros decodificadores de ondas soñoras, sueñe, sueñe, sueñe que ya llega, sueñe, sueñe, sueñe que ya llega, sueñe, sueñe... (shhhhhhh, no hagan ruido, que ya dormimos a uno, shhhhh sílbale a ese que está roncando, shhhh, shhh)

1 comentario:

Anónimo dijo...

casi me duermo!



GENIAL!