Amanda, había tres dedos y una lengua áspera el día que te inventaron.
- A vos te parece, hacerla de papel.
- No.
Amanda, ese día era de madrugada. Con la torpeza de los labios prestados, robaron botones, cera e hilos. Inflaron globos y eligieron cuidadosamente cientas de peluzas de bolsillos olvidados. Comenzaron a tejerte, ataron tus pedazos, y sin que lo hayas pedido, del otro lado de la calle, te nacieron.
- ¿Por qué?
- Despertaste después del descanso, sólo eso.
Disculpálos, Amanda.
Disculpálos, estaban solos y aburridos.
macabea.-
2 comentarios:
s.u.p.e.r.i.o.r.
a esta hora en este dia.
en este día y cada día
Publicar un comentario