Nada de eso, Ricardo. Sólo se vislumbra, en el Club de los paranoicos, entre tanta imbecilidad profesional, un notable esfuerzo por caerse bien. Como mascotas esquizoides, Ricardo, son como mascotas que se huelen todo el tiempo moviendo la cola entre desechos comunes.
Otros, los más oligofrénicos del Club, en su festín brillan, Ricardo. Es digno de sentarse frente a ellos y observar como se aplauden con inocencia magistral.
- hola, dice el bienvenido.
- hola, le dicen todos a la vez.
txt : zoe(s) . de "Cartas a R."
ph: Genaro de Jesús.
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