miércoles, 22 de agosto de 2007

Redondo, rojo y chiquitito

A esta hora ya se nota que me levante temprano, y que vi el sol pequeño y rojo aparecer en el horizonte de mi día, el mismo amanecer que le mostré a al cortito; ahí caí en la cuenta que el nunca lo había visto.
Nunca en su petiza vida había visto un sol redondo, rojo y chiquito como una semilla de Wayruro, nunca había visto su redondez infinita.
Y así llego mi sol hoy.
Y durante todo su diurno trayecto me vio moviendome incansablemente, pisándome los talones.
Lo infinito se me clavo conceptualmente. No puede dejar de redundar en mis analogías. La circularidad del flujo. La armoniosidad redonda. Será el 4(cuatro)perfecto con sus cuatro aristas desanguladas que describen un movimiento circular? Puntos cardinales de un mundo esférico? Estaciones vivaldianas? Tiempos solfeados de una redonda? Las tetas de la Claudia y su redondez botera?
Lo raroraroraroraro cambio. Y ahora es raro de otra forma, pero sigue siendo redondo.
Cuando el carro anda los melones se acomodan, paradoja de la redondez con la que la vida ordena los desordenes.
Y toca el timbre un tipo que vende el plan rombo, y no lo atiendo. Soy hincha de Ford.
Babeo en las calesitas, y me desvivo por las bolas de fraile.
Tengo una lata de te TIGRE llena de bolitas.
Odio el fútbol y me encantan los porotos. Los porotos rojosanaranjados con lunares negros. Todos enlazados formando un circulo que abraza. Que rodea. Que envuelve y me lleva en espiral hasta allaalla.
La serpiente se muerde la cola, voy a dormir; mañana sale un sol redondo, rojo y chiquitito como una semilla de Wayruro.
4

No hay comentarios: