viernes, 17 de agosto de 2007

Diario de una Construcción. EP 2


Sobre Lucharla.


- Mirálo al Che Guevara, se tomó una semanita de vacaciones en Bolivia y mirá lo que le pasó. –dijo Lester en chiste sombrío mirando la botella con lo nublado entre los ojos-.

La meseta en la que miraba lo que era en ese entonces, se había roto. Aunque no sé si esa es la expresión correcta. Puedo decir que en realidad la meseta de los días ya no estaba, había sido cambiada por otra cosa, ni montaña, ni pantano, ni cráter (lo sentí como un cráter sin fondo, pero no era eso). El escenario de nuestras circunstancias totales volvía a ser modificado, esta vez por elementos harto distintos a los que estábamos acostumbrados, un nuevo concepto de escenarios, TODO era otra cosa a partir de entonces. De alguna manera ya lo habíamos vislumbrado en el pasado, esto iba a suceder, pero uno tiende a proyectar los hechos futuros en base a su actual sistema de categorías y patrones de comportamiento. Sucede que estos cambian todo el tiempo, de manera que no se puede pensar el futuro, es menester vivir en él para entenderlo.
La pregunta era ¿Hasta cuándo la seguiríamos peleando?, la respuesta fué unánime y obvia: nunca. Pelearla es en sí una condición, buscar “eso” saltando y eliminando obstáculos, pero el peso de la carga sobre tus hombros seguirá siempre aumentando, tus victorias serán siempre un simple escalón en la escalera infinita de lo concebible. Siempre tendremos que luchar en una situación desfavorable, justamente eso es luchar: las condiciones son desfavorables para alcanzar el objetivo y uno lo alcanza igual. Aunque en nuestro caso, las victorias son mejoras en las condiciones para que el objetivo se cumpla. A diferencia de otros, nuestro objetivo no tiene causas visibles, sólo son engañosamente vislumbrables algunas de sus consecuencias. Nuestro objetivo somos nosotros tratando de volver a ser una sola cosa. Y la lucha es siempre con uno mismo y el contexto (que termina siendo uno mismo en esta visión), con Lester hablamos de que nuestro objetivo es que esa sola cosa que se cree muchas distintas entienda su carácter de unidad confundida en la oscuridad de su ignorancia. Es todo un trabajo, pero los resultados existen, y cada vez que algo se soluciona, el espectro se abre y se vuelve más complejo. No, no podemos tomarnos vacaciones en la lucha, pero tampoco nos sentiríamos cómodos estando de vacaciones. Con Lester pensábamos en algún tipo de bienestar que nos ayudara a soportar la carga y la conclusión fue que la única forma de soportar la carga era inventando el bienestar en medio del camino y que el bienestar fuese constante por más adversidad existente, porque la adversidad estaría siempre, porque abandonar el bienestar es abandonar la lucha, el sufrimiento es cómodo y burgués, la lucha real es placentera, es en realidad éxtasis la sensación del que lucha.
Hablamos de la posibilidad de darnos a conocer, Lester me contó de aquél ciego que lo busca sin conocerlo y de él nos reímos juntos. Naz y Lester apareciendo, no era aún el momento, pero estaba cerca. Pienso ahora cuándo podremos aparecer, pienso en ese ser que cambió la meseta por algo nuevo, pienso en cuánto la amo y en el difícil balance entre lo que uno necesita decir y lo que el otro quiere escuchar.

.Naz

2 comentarios:

silvana melo dijo...

Juro que leí todo por arriba, porque recién me aparece la noticia de esta existencia de miércoles. Es alucinante que aparezcas, seas quien seas. Es importante, es loco que por acá haya gente piola que escriba bien, que piense, que cree. Los voy a linkear en mi blog porque esto parece lindo. Cuando lea más profundamente, sigo escribiendo
Abrazos

Miércoles! dijo...

silvana, definitivamente ya estás dentro de miércoles; que es, desde la mirada creadora, simplemente lo que nos pasa.
Es buenísimo que te haya gustado.

(Gracias!)