lunes, 27 de agosto de 2007

“…Las bocas de dama y las de dulcillo de membrulce duro no las comas! Esas que se las coman los grandes…!”


-El problema es otro. Nunca deberías haberte tentado.
-Tenía gula.
-Ya lo se.
-Come alpiste si es necesario.
-Si, la próxima.
-Pero nunca, oime, nunca, una boca de dama.
-Pero era tentadora. Me llamaba desde el fondo del paquete. La acaricie varias veces rescatando una de chocolate.
Hurgando el envoltorio.
Bueno me tente, me llamo, la toque, me miro.
Comeme me dijo.
Como hago para resistirme!
-A un niño nunca le interesaria la boca de una dama.
-Y si, eso me parecio cuando le vi la cara al kiosquero. No me las queria vender.
“…vos sos grande me dijo…” Son para mi hijo , menti, y me las dio medio en disconformidad, es mas
-Has envejecido
-Salio a la vereda y me sigo con la mirada hasta que abri la puerta y subi. Recien en el ascensor me relaje y las abri.
He envejecido.
Pero un poco.

A mi siempre me gustaron las de chocolate, incluso algunos anillos glaseados; los rosas no.
Pero siempre tenia ese problema cuando comía las variedades, me sobraban muchas.
Las guardaba en una lata grande, que de a poco se empezó a llenar. En el fondo todavía quedaban algunos modelos discontinuados que Terrabusi dejo de moldear, acusados de pornógrafos por los censores del momento. De esas sobrevivió el celebre pezón de chocolate, mi favorito. Rebautizado como gota, aunque todos sepamos que es eso; un crocante y semiamargo pezón de chocolate.
Todavía recuerdo el último que consumí, fue hace 14 horas.
Lo destroce entre mis muelas mientras un tsunami de saliva inundaba mi boca barriendo y disolviendo las micro migas de masa de chocolate.
Los anillos glaseados, paraíso de los libidinosos; que disfrutan de ver como ensartados en un dedo meñique son sometidos a la erosión de la lengua, que ola tras ola le roba lo dulce para dejar a lo ultimo la masa desnuda y redonda. Desnudada lentamente.
No quiero ni hablar, como imaginaran, de las últimas incorporaciones; las mini melbas; mini pepitos y mini sonrisas. Detestables estrategias de marketing que aplican el humillante diminutivo para remozar a un clásico que no lo necesitaba.

“…Por cada una de dulce de membrillo fosilizado que comas, tu alma envejecerá 8 años…”

Y si llegas a comer una boca de dama, inmediatamente tendrás cuarenta y dos años años.

“…Las bocas de dama son un pasaporte a la vejez eterna, con gusto a rush y fijador…”

Busque el antídoto por todos lados pero es imposible!
Escuche por ahí que un tano se curo escuchando “cantata de puentes amarillos” durante tres días, y entonando con fuerza la parte que dice: “…aunque me fuercen yo nunca voy a decir que todo tiempo pasado fue mejor, mañana es mejor, mañana es mejor…”


4.5

3 comentarios:

Guillermo Del Zotto dijo...

Qué lindo 4.5. Soy un ladrón de pezones oscuros y de las otras de chocolate. Estoy yendo a un grupo de rehabilitación. Y además no puedo más con la culpa, porque es a mis propios hijos que se las saco. Papi. papi, ¿porque en las bolsas que vos comprás de variedades nunca te traen de chocolote... Es horrible....

Miércoles! dijo...

Guillermo, peor son los que compran la bolsa que trae solo las de chocolate...
Esos si que son debiles!
Nunca... Pero nunca compres de esas...

4.5 (-10)

Guillermo Del Zotto dijo...

Miércoles no es para facilistas. El que inventó la bolsa que solo trae las de chocolates pertenece al mismo grupo que inventó las bolsitas con pepitas de girasol sin cáscara. voy a cambiar de grupo y armaré un comando para secuestrar a todos esos hijos de puta.