jueves, 19 de marzo de 2009


Existe otro haragán. Alguien que lo es a pesar suyo, que vive roído interiormente por un enorme deseo de acción. Que no hace nada porque vive en la imposibilidad de hacerlo, puesto que está como preso en alguna cosa. Porque no posee lo necesario para ser productivo. Porque las circunstancias no se lo permiten y llega ese punto en el que se encuentra.
No sabe a ciencia cierta de lo que sería capaz de hacer pero lo intuye. Lo siente por instinto y se pregunta con dolor: -¿En qué podría ser útil? ¿Para qué sirvo yo? ¿Qué hay dentro de mí?. Sé que hay algo dentro de mí. Siento en mí una razón de ser. Sé que podría ser un hombre completamente distinto. Este es un haragán muy diferente. Tú puedes si lo juzgas, tomarme por uno de estos.

Hasta en la leyenda de Jesús, éste, le pide al Bautista, que le confirme si es o no es el Mesias. Nadie se siente seguro de aquello que ha venido a realizar en este mundo. Quizás por eso somos sociales. Necesitamos el reconocimiento del otro. Y los otros, obramos muy a la ligera con los demás. Muchas veces le negamos su lugar a alguien sin darnos cuenta. Es común que la gente de espíritu vulgar quiera relacionarse con gente socialmente mejor situada. Los que están más “arriba” tampoco quieren relacionarse con los que están más “abajo”. De este modo, unos y otros quedan aislados.

Un pájaro en una jaula, en primavera, sabe perfectamente que ha nacido para algo que en ese momento no puede hacer. Sabe que él sirve para eso. Hasta puede pensar: -Los otros hacen sus nidos y tienen sus hijos y los crian-. Otro pájaro que cruza volando lo mira como si él fuera un rentista.
Un vago que dispone de todo. Él se da cuenta y se golpea la cabeza contra los alambres, pero la jaula no cede y él permanece allí, desplumado, lleno de dolor. Al fin se cura y sigue viviendo. Hasta se le ve alegre bajo los rayos del sol. En cambio llega la migración y él va a permanecer allí, lleno de melancolía. Quienes lo cuidan creen que él es feliz porque dispone de todo lo necesario. Pero él mira una tormenta y siente el desafío. En cambio va a permanecer allí dentro, abrigado, preso. ¡Claro que quisiera ser como los otros pájaros! Pero ni las circunstancias ni su carácter le permiten esa libertad.

Este hombre se parece a ese pájaro… ¿Quién no se ha sentido así alguna vez?
Paralizado, sin saber qué hacer. Es una jaula horrible, horrible, muy horrible. No sabremos decir nunca qué es lo que nos encierra, lo que nos cerca, lo que nos encarcela. En cambio sentimos eso y nos preguntamos: - Dios mio, ¿cuánto va a durar esto? ¿Siempre va a ser así?

Esa prisión se abre con afecto profundo, con amor verdadero. Pero quien no tiene eso permanece en la cárcel. Pero si renace la simpatía también renace la vida.


Esa prisión está hecha de desconfianza, de prejuicio, de vergüenza o de ignorancia. Oscila como un péndulo que te barra el paso y no te permite avanzar. Para vencer ese movimiento lateral del péndulo no tenemos otra salida que elevarnos por encima del punto de anclaje del péndulo, sólo así podremos avanzar. Pero cuesta mucho elevarse, hacerse superior, construirse un espíritu. Entonces quedamos arrastrándonos de un lado a otro. Hay que ser muy serio y muy profundo para estar contento.
Hace falta mucha empatía, mucha tolerancia y mucho amor para construirse a sí mismo. Esas tres cosas siempre fueron escasas. Por eso hay que ser muy serio y muy profundo para estar contento.
Tú eres muy profundo y muy serio. Por eso estás contento y en paz. Solamente, si pudieras verme a mí como algo mas que un haragán de la peor especie, me sentiría feliz, me sentiría más cómodo.

- VINCENT VAN GOGH -

4 comentarios:

Anónimo dijo...

no sé que tiene que ver, será la jaula o la flor, no lo sé, pero desde acá un pedido que espero se cumpla:

LIBEREN A COCHO!!

EL EQUIPO DEL BLOG. dijo...

Invitamos a participar en la campaña de lucha contra la inseguridad en Argentina. Podrán encontrar el logo para colocar en webs/blogs/fotolog/facebook y la nota respectiva en el nuestro, cuyo link es:
http://liniersasinotequeremos.blogspot.com/2008/11/contra-la-inseguridad-campaa-blogger.html
Entre todos podemos hacer algo. Muchas gracias. El equipo del blog.

Anónimo dijo...

Si puedo saber donde lo encontraste, lo leíste, te lo agradecería :)
No tengo blog pero si quieres antochi@live.com.ar y me decis en dos o tres palabras o por acá, mañana, pasado, el juves el viernes paso otra vez a ver si contestas. GRACIASS S S S S

Miércoles! dijo...

de cartas a theo, de van gogh: recomendable