Javier Punga
sábado, 21 de marzo de 2009
"Desde que nací me rodearon guitarras, lápices, pinturas, tijeras y papeles de colores. Siempre me gustó mucho eso y siempre dibujaba tableros de comando espacial y robots. También me hacía unas alas que pegaba al costado de las zapatillas y me servían para escaparme volando del jardín de infantes (en un acto mental). De chico creía que a los diez años me iban a venir a buscar extraterrestres para mostrarme el universo; porque mi papá era amigo telepático de un extraterrestre llamado Wolf, que vivía en una luna de saturno. Cuando salíamos los fines de semana de paseo con mi papá en su casa rodante ibamos a buscar huellas de ovnis y yo siempre llevaba conmigo un mapa del pueblo de los pitufos que había salido publicado en billiken. Cada vez que podía, intentaba encontrar a los pitufos"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
qué especial
Publicar un comentario