lunes, 23 de febrero de 2009

XIII

Sucedieron varias historias pero...
¿para qué contarlas?
no importa lo acontecido sino las huellas que dejó su paso. Basta con observar las marcas para develar todas las historias.
Y quizás todos llevemos una cicatriz que ocultamos
porque nos avergüenza.
Esa cicatriz es el único documento de identidad legítimo.
Nosotros no podemos esconderlo, es más, necesitamos mostrarlo y que se nos ame igual.
Nos resulta insostenible ocultar nuestras fallas,
nuestra imperfección,
nuestra marca.


J.S.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Exactamente.- Tal Cual mi Ser.
Y es cuando me pregunto el porque de mi miseria tan crudamente humana.
Vuelvo a tu Raiz.

Miércoles! dijo...

arden las encimas de piel destruidas,
caída a caída.
día a día.
¿por eso has cambiado de nombre?
Resulta raro no ver a alguien por largo tiempo, y encontrarlo con el nombre cambiado.

borras tus marcas

para comenzar otra vez.

para comenzar otra vez.

otra vez

enhorabuena.