Sentada de cuclillas en la cama, ella lo miró largamente, le recorrió el cuerpo desnudo de la cabeza a los pies, como estudiándole las pecas y los poros y dijo:
-Lo unico que te cambiaría es el domicilio.
Y desde entonces vivieron juntos, fueron juntos, y se divertían peleando por el diario a la hora del desayuno, y cocinaban inventando y dormían anudados.
E.G
11 comentarios:
Maravilloso (Y envidiable, en el mejor de los sentidos posibles).
Dale?
Sin lugar a dudas: sí.
Para de robarme cosas de la cabeza! Yo pense algo parecido hace mucho... Antes que vos, seguro...
Esto del pre-plagio me tiene harto...
Besos igual...
encantador!!!!
todos pre plagiamos a Eduardo Galeano
Re copado.
El destino no suena tan mal.
hasta pareciera que puede dar felicidad
he aqui la feliidad plena amigos.
Ustedes pensaban que era otra cosa?
Me ha encantado. Te lo he cogido prestado, espero que no te importe.
www.lacoctelera.com/wonder
Coja nomás
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