jueves, 23 de julio de 2009

Van Gogh por A. Artaud:




Post scriptum.


Van Gogh no murió a causa de una definida
condición delirante,
sino por haber llegado a ser corporalmente
el campo de acción de un problema a cuyo alrededor
se debate, desde los origenes, el espiritu inicuo
de esta humanidad,
el del predominio de la carne sobre el espiritu,
o del cuerpo sobre la carne, o del espiritu
sobre uno y otra.
¿Y donde está, en ese delirio, el lugar del yo
humano?
Van gogh buscó el suyo durante toda su vida,
con energia y determinación excepcionales.
Y no se suicidó en un ataque de insanía, por
la angustia de no llegar a encontrarlo,
por el contrario, acababa de encontrarlo, y
de descubrir qué era y quien era él mismo, cuando
la conciencia general de la sociedad, para castigarlo
por haberse apartado de ella,
lo suicidó.
Y esto le aconteció a Van gogh como acontece
habiatualmente con motivo de una bacanal, de
una misa, de una absolución, de posesión, de sucubación o de
incubación.
Así se introdujo en su cuerpo

esta sociedad
absuelta
consagrada
santificada
y poseída

borró en él la conciencia sobrenatural que
acababa de adquirir, y como una inundación de cuervos
negros en las fibras de su aárbol interno,
lo sumergio en una última oleada,
y tomando su lugar,
lo mató.
Pues esta en la lógica anatómica de hombre
moderno, no haber podido jamás vivir, ni pensar
en vivir, sino como poseído.


Extraido de "Van Gogh el suicidado por la sociedad"

enviado por: andrés pé

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