Este silencio general y repentino le hace pensar que nada está pasando, cuando definitivamente no es cierto. La misma situación se presenta una y otra vez con distinta cara. Un poco la confunde, pero es parte de la diversión. Aunque le es bastante tedioso luchar siempre contra el mismo mensaje, contra la verdad. En realidad, no se trata de una lucha, es más una búsqueda. ¿El objetivo? encontrar la respuesta a esto que le pasa y se repite y vuelve. Se le ve el cansancio al dar vuelta la cara, al esconderse. Si, siempre tuvo miedo (es por eso el No automático a lo que tiene que hacer). Pero esta vez el hartazgo de hundirse en las consecuencias de su eterno silencio y la no acción son mayores, y no la paralizan. Aunque siga sin saber como seguir, se mueve y hace el intento de dibujar líneas en el espacio hasta que ellas le avisen hasta donde. Los ojos cerrados saben más, y los párpados, esta vez, están dispuestos a rendirse para ver la luz.
Nota al margen
Un escalofrió la recorre al releer el texto. Retomar lo que un día quiso empezar, apagar las pupilas para sentir la esencia invisible. La pregunta es, si es este el momento, si puede sola, si no es suicidio.