Me implanto, juego con mis pensamientos, los engaño, es una larga trama con desenlaces de desdicha y con aromas fúnebres. Acababa de escribir sobre el caos, simplemente me contaba de su compañía, el caos como mi única relación infrahumana, como una especie de ancla de plástico, simulando una realidad, simulando un hierro pesado de estabilidad, de contención. Ya no recuerdo de esta vieja costumbre de escritura, me había alejado tanto que ya no reconocía mi cara en fotos, ni espejos. La lejanía y el acercamiento, el caos y su quasi-invernadero predispuesto en mi, solo en ocasiones, solo cuando me siento a meditar sobre mis pensamientos, sobre los que nunca pienso y sobre los que debería pensar o volver a hacerlo. Si es que pienso en meditarlos

Im&tex:cassandra