sábado, 19 de noviembre de 2011

Abrí la puerta de la heladera y había un chino que me exigía monedas, yo le di un par de 25 y de diez y le pedí un pucho. No tenía. Pero me dijo querés esta tuca y nos fumamos la tuca con el chino. Me dijo que estaba en mi heladera escapándose porque era ilegal y lo querían mandar de vuelta y porque además tenía mucho calor. Yo le ofrecí unas galletitas y le dije que comiera lo que quisiera, pero que cuidado con el casancrem que quedaba poquito. También le mostre el baño, el estiro la cabeza desde el estante de las verduras porque estaba re asustado para salir pobre chino. Con señas le explique como funcionaba la cadena y me re agradeció todo, nos caímos re bien.

Ahora cuando este aburrida o tenga calor me puedo ir a tomar unos mates con el chino a la heladera. Yo le dije que lo re cubría.



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