sábado, 1 de mayo de 2010

hay algo muy raro en todo esto, y puede que sea solo esto, todo esto, eso puede que sea lo raro, pero aún no lo descifro del todo. esto que aquí se presenta es lo cotidiano y absoluto que a cada momento acontece y que con cada segundo envejece. es mi historia la que escribe, que cuando la leo mi cerebro la recibe, aunque no estoy tan seguro de ser el motor de lo escrito, más sí un poco porqué no, el que lo descifra. entonces quien soy yo, vo-s(z) lector, o yo escritor, creo que todo es parte de lo mismo. y si te digo que estas parado frente a la casa de tu infancia, que bien puede ser esa en la que aprendiste casi todo lo necesario de la descifración occidental, también estas, estoy, aquí, y si voy caminando por esa calle en la noche que me conduce al bar de siempre, puede que otra vez coincidamos. aunque también si te digo, imagino un monte tupido en el medio del campo por donde caminan desnudos una tribu de niños, también, porque ahí, y aquí, es lo mismo. pero no era de esto de lo que ibamos a hablar hoy, no. el tema en cuestión es que veo venir, y este soy yo: el tipiante, una horda de murciélagos rojos ante el monitor que nublan la vista y así, sentido desierto, el camino se hace todo, y ahí, estimado lector es dónde empieza esta historia. una bandada de murcielagos rojos oscurecen esta vista para decirte que las palabras nublan la invención de la mente, y solo entrenan, entrenan solas en esto de la simbolización, paso segundo o tercero para llegar a lo imaginario o real, paso tercero, porque primero lo cierto, el exabrupto, lo concreto indefinible, luego, el vestigio que conforma y después, solo después, lo que lo nombra. entonces, otra vez, en la dialéctica errante de un conocimiento disonante fallamos en la aprehensión de lo real. y otra vez, y sin detenernos, porque muchos otras veces más nos siguen, nos damos cuenta de lo efímero de la sorpresa y de que nada es tan trascendental. es cierto nada es tan trascendental como el desamparo de que esta todo mediado y de que esa aprehensión por lo real nunca en manera fortuna se va a alcanzar. y yo me pregunto, te pregunto, o te obligo a enunciar mi pregunta desde lo visual: ¿cuál es el maligno sentido de toda esta mediocridad?

No hay comentarios: