jueves, 27 de mayo de 2010
miércoles, 12 de mayo de 2010
Sus 13 anatemas.
- El arte berreta es ante todo vulgar, y a pesar de ello se pretende profundamente impopular fracasando en su cometido.
- El arte berreta no admite sustancia ni espíritu y solo lo guía el afán de no ser en la materia.
- El arte berreta por ello es contradictorio pero se funda en la premisa de serlo para su concreción (no deseada).
- El arte berreta es profundamente anti conservador y estrictamente no moderno; solo contemporáneo.
- El arte berreta redunda en su imprecisión técnica y su falta de erudición.
- El arte berreta, aún cuando se intuye revolucionario, fracasa por su falta de ingenio, creatividad y teoría.
- El arte berreta, es arte no siéndolo.
- El arte berreta no es sublime (Perogrullo).
- El arte berreta se fundamenta en la premisa que el plagio solo puede darle existencia.
- El arte berreta parecería profundamente inmoral, sin embargo su honradez lo hace altamente ético, aunque miserable en su esencia.
- El arte berreta es vulnerable, vacilante y por ello versátil.
- El arte berreta es atemporal, precede y procede a este manifiesto.
- El arte berreta puede no serlo en sí, pero si para sí.
Marcelo Bertora.
Mar del Plata.
09 de Mayo de 2010.
lunes, 10 de mayo de 2010
creo que equivocamos el camino.
creímos que el modelo de la exposición era ejemplo,
cuando lo único que generó fue el vaciamiento
de los fundamentos.
de a poco nos convertimos en animales efectistas de instantes,
y nos olvidamos de la lucha por el todo.
nos conformamos con la medida mínima de alcance
y este es el después que nunca es nada.
hay que revertir la composición
y lograr tomar las partes por el todo,
hay que ser hoy, ser hoy, ahora entonces,
y no tanto ya que ahora pasa-
y entonces, te vas y el enojo llega.
y entonces estas bajo un foco pensando que dios es amor y que es la tierra.
y no es tan así, claro que no.
no es tan así, ese instante no puede ser el todo,
pero eso no quita que lo componga.
hay que construir un proyecto sólido, hay que construir.
hay que ir construyendo y generando para que nada caiga en un par de instantes,
hay que ir. y volver y ver,
como el sol, calentá el mundo construido,
hay que ir y volver y ver como el sol calienta los instantes que vivimos,
y que hoy y que ayer y que mañana seguirá siendo
domingo, 9 de mayo de 2010
sábado, 1 de mayo de 2010
hay algo muy raro en todo esto, y puede que sea solo esto, todo esto, eso puede que sea lo raro, pero aún no lo descifro del todo. esto que aquí se presenta es lo cotidiano y absoluto que a cada momento acontece y que con cada segundo envejece. es mi historia la que escribe, que cuando la leo mi cerebro la recibe, aunque no estoy tan seguro de ser el motor de lo escrito, más sí un poco porqué no, el que lo descifra. entonces quien soy yo, vo-s(z) lector, o yo escritor, creo que todo es parte de lo mismo. y si te digo que estas parado frente a la casa de tu infancia, que bien puede ser esa en la que aprendiste casi todo lo necesario de la descifración occidental, también estas, estoy, aquí, y si voy caminando por esa calle en la noche que me conduce al bar de siempre, puede que otra vez coincidamos. aunque también si te digo, imagino un monte tupido en el medio del campo por donde caminan desnudos una tribu de niños, también, porque ahí, y aquí, es lo mismo. pero no era de esto de lo que ibamos a hablar hoy, no. el tema en cuestión es que veo venir, y este soy yo: el tipiante, una horda de murciélagos rojos ante el monitor que nublan la vista y así, sentido desierto, el camino se hace todo, y ahí, estimado lector es dónde empieza esta historia. una bandada de murcielagos rojos oscurecen esta vista para decirte que las palabras nublan la invención de la mente, y solo entrenan, entrenan solas en esto de la simbolización, paso segundo o tercero para llegar a lo imaginario o real, paso tercero, porque primero lo cierto, el exabrupto, lo concreto indefinible, luego, el vestigio que conforma y después, solo después, lo que lo nombra. entonces, otra vez, en la dialéctica errante de un conocimiento disonante fallamos en la aprehensión de lo real. y otra vez, y sin detenernos, porque muchos otras veces más nos siguen, nos damos cuenta de lo efímero de la sorpresa y de que nada es tan trascendental. es cierto nada es tan trascendental como el desamparo de que esta todo mediado y de que esa aprehensión por lo real nunca en manera fortuna se va a alcanzar. y yo me pregunto, te pregunto, o te obligo a enunciar mi pregunta desde lo visual: ¿cuál es el maligno sentido de toda esta mediocridad?