martes, 15 de septiembre de 2009

Primavera.



Es muy tarde o muy temprano, no lo se con certeza.

Lo que si se es que este insomnio me esta consumiendo de a poco y de manera exponencial.

Vivo mal, muy mal.

Dormir se convirtió en un lujo, en una tregua, en un respiro que me da la vida mientras juega y experimenta conmigo. Y mientras tanto los días pasan, y las semanas son eternas. Me levanto al mediodía o a la tarde o de madrugada, ya no acostumbro mirar el reloj.

Solo veo mi rostro gastado en el espejo del baño y me pregunto cuando comenzó esto. Que fue lo que desato este miedo, esta incapacidad de cerrar los ojos y sucumbir al sueño.

Cuanto odio estar resignado. Maldición si supiera cuando comenzó.

Si supiera tan solo que fue lo que lo desato, tendría una idea de como revertirlo. O al menos la razón como consuelo.


Mac.