domingo, 23 de septiembre de 2007
PEQUEÑAS RESEÑAS SOBRE ELLOS Y ELLAS (I)
En seguida te insisto con que hay veces que me dan ganas de volver a esos inviernos de ayer, que son tan distintos a los de hoy. Antes eran menos vacíos, menos certeros, más ingenuos, un poco menos pensados. Te repito que quisiera regresar sin escala ni preparaciones a Tom Waits o a Nina Simone, a las noticias de ayer usadas para cubrir el frío de hoy. Al escobillón hemipléjico debajo de la cama. A la estirpe de viento mojado de un comedor hastiado de tantos RE y tantos SOL. A los diptongos y las diéresis. A tu acento tan casual envolviendo los encuentros de vasos grandes, adioses y perplejidades. A los taxis en silencio con la ciudad como afuera, que sirven de mapa nocturno para las despedidas sin arena ni carteles. A los espirales, y no a los círculos (gran confusión). Hay veces que quiero retroceder (o rebobinar…?) hasta esos “tal vez” y no seguir en (o reproducir…?) estos “quizás”, centrarme en el ENTRE y en la Y repetitivamente insoportable, o insoportablemente repetitiva. El reflejo del monitor escueto, pero sonriente, al otro lado, que es este lado. A las frases de miércoles por la tarde que nunca existieron, y lo sabíamos. A tus puntos suspensivos, y tu imagen de cerámica que siempre te hacía sombra entre guitarras en desuso y tés y botella de agua mineral y provincias y cantobares y preguntas, pero futuros, y respuestas, pero presente. Hay veces
Pero no, me decís (sentenciás, rotulás…), no se puede. Listo. No hables más.
Entonces no hablo más y continuamos con lo de siempre. Con los dos tomando mates fríos y mirando el noticiero de la tarde que muestra decesos crónicos y llaveros perdidos de gente que poco importa.
G.S
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1 comentario:
Si vos no hablás más, yo no escribo más y también sigo con lo de siempre. Con los dos escuchando un disco de 2D3, grabado en vivo en una quinta de la autopista Luciano Fortabat.
Anónimo Pancho
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