PatriPatri ConfetiConfeti

Me propuse no hacer alusiones a Miércoles! más que en esta primera oración, ya se dijo lo que había que decirse antes (y mejor), y lo implícito se está diciendo ahora cuando se diga más tarde porque se ha dicho ya. Y la propuesta errónea y deslizada, como casi siempre, de arrancar hacia algo desde la nada. Un algo que puede ser un encuentro (in)fortuito con persona X frente a rotonda desubicada, esperando tres empanadas de jamón y queso no muy deseables. Un algo que es el CD grabándose, acumulando información para vaya a saber uno cuándo ser usada, rechazada, devuelta, re-escrita, base de las acciones; un CD entre muchos más que junta bits pero también recopila historias en imágenes, imágenes con historia, sonidos de cucharas, lluvia de felpa, y otros detalles que no vale la pena mencionar ni aclarar. Otro, último, algo que es la tecla “o” fundida contra el suelo del teclado, que aunque uno crea que no funciona funciona, la diferencia con una, supongamos, “t” o una “j” o un “7” es visual, si hasta en materia funcional la tecla “o” es más fácil de apretar y más certera. Y la “o” hundida respecto a sus compañeras icónicas le agrega puentes a la charla que X me da sobre la brutalidad actual del ser humano que no es muy inferior a la de antes, mientras falta un 1% para que el CD termine de grabarse, y el día está a mitad de camino entre informaciones completadas y las otras más complicadas de resolver, las que se aluden.

G.S.