Back in BA.

Fue ayer, en el Florida Garden. Entre viejos artistas y gente que vive de ellos y gente que vive bien sin que uno sepa muy bien de qué. En el preciso instante en el que aparecía aquél ser sin piernas arrastrándose (el mismo de Pizza, Birra y Faso), el agente retirado del flash me recomienda que lea a Pérec.
Estar de vuelta en la metrópolis, al menos por dos días, le trae a uno esa sensación de volver a casa una vez más, aunque uno no haya nacido acá, Bs As será siempre la meca de todo lo que se mueve. El hombre de barba me cuenta de Pérec entonces, me dice que ha escrito libros cuya estructura se asemeja al movimiento del caballo de ajedrez, que escribió una novela completa sin usar la letra “e” ( la más utilizada en su idioma) y que está completamente loco y que uno sabe al mirar sus fotos que este Pérec esta loco y es interesante. Bueno me digo, tendré que leerlo, hace meses que no me interesa leer, que todo me resulta demasiado viejo, demasiado académico o muy poco algo. Pienso en Lester, en Martín y en tantos otros amigos que escriben, creo en ellos, a ellos les creo, pero no a los “escritores”, siento que mienten todo el tiempo, que se mienten a sí mismos, que la verdad que pueda haber en ellos termina muriendo en vicios de la forma.
Entonces busco fotos y artículos de Pérec y leo algo que Kant dijo sobre los franceses (claro, Pérec es francés): 'El gusto, con respecto a la perfección poética o retórica en Francia, incide más en lo bello que en lo sublime. El francés sacrificará sin pensarlo algo de la verdad a una ocurrencia'. Godard también hacía eso, esa cosa de masturbarse con la pequeñez y hacer de ella un mundo innecesario.
Mierda. Pienso.
Y me encuentro en la gran encrucijada: ¿Termino o no termino de matar a los viejos artistas? Hoy en día pasan cosas que todos aquellos genios no vivieron, cosas que vivimos gracias a ellos en gran medida, pero cosas al fin que ninguno de ellos vivió ni pensó. ¿Tiene sentido consumir arte histórico? Aún si hablamos de la década del `80, ya es histórico, ya es otra cuestión, los sucesos que rigen a la generación de youtube no han sido expuestos por Sastre ni por Hendrix, ni por Discépolo.
A la vez, puedo encontrar cosas con las cuales identificarme en Cerati, Daft Punk o Joanna Newsomm.
Si. El recambio y la muerte progresiva del arte.
Es demasiado pesado para cargar con ello ahora, voy a leer a Pérec y sólo entonces tomaré una decisión. Vuelvo a su foto, evidentemente promete algo, veré si lo encuentro.

.Naz