Avenida Ituzaingó

El departamento de Lester, el viejo Winco, el humo, los discos. Se acurruca entre las fotos de Dylan, algo me recuerda a la contracultura, epicos sucesos del free jazz viviendo en eco en los bares, Hemingway, los marginados, camperas de cuero y tachas, la cerveza y el vomito. Acurrucado, ese seria el término. En ese estado tiembla, se retuerce y crujen las hojas, algo en la barba se electrifica, el pequeño ser temblequeante explota ahora en subita e incontrolada manifestación de manifiestos, del que resite y genera, del poeta escondido en medio de la mugre y la hostilidad del medio. Explota si, y en su dignidad se impone la figura.
Yo no soy nadie, no me conocen, acaso alguien me haya visto alguna vez, pero el dato no es valido, no puedo darme a conocer si comenzamos hablando de una persona, lo que experimento excede al individuo, y le cuenta al oído mientras se descopone la calma, que no es tal cosa, que nada de lo que cree es tal cosa, digámoslo de una vez: que no existe, al igual que yo, y que su permanencia en el fenómeno depende del pensamiento. No lo sabe, pero existe porque cree que existe.
Si pienso en Miércoles!, veo un inesperado hueco, algo que rompe la cascara y nos alerta y nos adentra disimuladamente, explota en nuestro rostro y anuncia su porqué.
Miércoles!...Lester…Juan…Anónimos…algo está pasando en esta ciudad, las cosas ya no parecen demasiado normales.
Entonces es cuando la percepción oscura, el resitir, el buscar el cambio, se vuelve ameno. Habría que saber de una vez por todas, que hay algo ahí, en las cabezas, hay algo que a veces llama y se enciende, sì, hay algo llamado mente y podemos usarlo. Es sentir hàbitat natural a cada cosa, es internarse en la realidad y sentirla tu casa, y criticarla y modificarla y terminar diseñando todo cuanto nos pasa, si , el dominio del entendimiento significa dominio de lo fàctico y ya no se puede hablar mas de ciudad, ni grupos, ni empresas, ni logica, ni condiciones, llega el punto en que todo se conecta y quien lo entiende y no se limita, ve la desintegración de si mismo y el medio, ve asombrado y expectante, la geometría del acontecer en la mano.
Vuelvo a Lester, algo vuelve a encenderse, llamando la atención, no no es un blog más, no, esto no va a ser como solía ser.