Conducirse en la vida al estilo de Jean Reno en: “El profesional”, puede ser una valida opción vital. Seguramente recordarán la película donde el bueno de Reno (Leon), interpreta a un inconmovible e eficiente asesino a sueldo, que salvará a la por entonces púber indefensa Natalie Portman (Matilda). Quizás la personalidad del killer en el film encarna esa opción de moverse por la vida sin mayores sobresaltos emocionales.
Aunque llegado el momento el frío asesino se volverá solidario y con sus armas (nunca mejor empleada la expresión) defenderá a balazos a la niña en un universo vil donde los malos, (los narcotraficantes, la policía), están de uno y de otro lado de la Justicia.
Entonces el personaje inmoral, que mata por dinero, se redime y más aún su luz devela la silueta vil de los otros.
Pero la crónica no venía a cuento de la dualidad bien/mal, sino acerca de cómo comportarse en la vida, por un lado la opción del compromiso, por otra, una contemplación zen del destino del mundo, donde la autosuficiencia regula.
En diferentes momentos vitales personales, se puede elegir una opción, el modo del profesional es aplicable en ambientes confusos donde no está claro quienes son tus amigos, esto es el modo distante, impasible. Ayudar a otro es una fácil tentación, nada nos conmueve más que el dolor ajeno. Llegado el tiempo alguien nos pedirá salvarlo, pero a veces, ni la fuerza (que es torpeza) de las balas, nos permitirán hacerlo, y en ese intento es probable se nos vaya el alma, que Leon muera al final es un ejemplo de ello.
Aunque llegado el momento el frío asesino se volverá solidario y con sus armas (nunca mejor empleada la expresión) defenderá a balazos a la niña en un universo vil donde los malos, (los narcotraficantes, la policía), están de uno y de otro lado de la Justicia.
Entonces el personaje inmoral, que mata por dinero, se redime y más aún su luz devela la silueta vil de los otros.
Pero la crónica no venía a cuento de la dualidad bien/mal, sino acerca de cómo comportarse en la vida, por un lado la opción del compromiso, por otra, una contemplación zen del destino del mundo, donde la autosuficiencia regula.
En diferentes momentos vitales personales, se puede elegir una opción, el modo del profesional es aplicable en ambientes confusos donde no está claro quienes son tus amigos, esto es el modo distante, impasible. Ayudar a otro es una fácil tentación, nada nos conmueve más que el dolor ajeno. Llegado el tiempo alguien nos pedirá salvarlo, pero a veces, ni la fuerza (que es torpeza) de las balas, nos permitirán hacerlo, y en ese intento es probable se nos vaya el alma, que Leon muera al final es un ejemplo de ello.
Mariano.-
1 comentario:
Paradojicamente, la muerte en lugar de ponerle fin a un modo de vida, lo resalta y acentua. Interesante, no? Interesante lo tuyo
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